La enemistad entre Roy Keane y Sir Alex Ferguson
Sir Alex Ferguson es ampliamente considerado como el mejor entrenador de fútbol de todos los tiempos, y aunque no todos están de acuerdo con eso, no hay argumento de que merezca estar en la discusión. Sus 27 años como entrenador del Manchester United son leyendas y un ejemplo de profesionalismo, dedicación y gestión que ha trascendido el deporte en su conjunto.
Era 2005 y el Manchester United estaba pasando por un período de transición. El Arsenal había ganado la Premier League en 2004 estando invicto, y el Chelsea, impulsado por el dinero del nuevo propietario Roman Abramovich y la dirección técnica de José Mourinho, había ganado la liga con facilidad en 2005. Parecía que el equilibrio de poder en Inglaterra estaba cambiando hacia Londres y saliendo de Manchester en ese momento.
Keane había sido contratado por Ferguson a través de una tarifa récord del Nottingham Forest a principios de los 90. Al entrenador escocés le encantó la agresividad del irlandés, sus cualidades como jugador y su intenso estilo de liderazgo. Se pueden decir muchas cosas sobre Roy Keane, pero fue la encarnación de un jugador de equipo y un ganador nato, razón por la cual desempeñó un papel tan fundamental como mediocampista para muchos de los mejores equipos del United de Ferguson.
Habiendo dicho todo eso, al comienzo de la temporada 2005/06, Keane ya no era el jugador notable que alguna vez fue. Su forma había ido decayendo debido a las lesiones y la edad, pero el fuego interior seguía siendo el mismo, por lo que no tuvo problemas para decir lo que pensaba después de que el United tuviera un par de resultados negativos en los primeros meses de la temporada.
El irlandés hizo una entrevista con el canal del club, MUTV, que se ha vuelto infame a lo largo de los años. Según los informes y algunos jugadores, fue Keane quien desgarró a jugadores, entrenadores y jóvenes por igual, al punto que la directiva decidió no publicarlo y no se ha vuelto a filtrar desde entonces. Sin embargo, Ferguson lo vio y le costó a Keane su puesto en el club.
Muchos años después, Wayne Rooney expresó su opinión al respecto y arrojó algo de luz sobre los eventos que ocurrieron:
"Cuando Roy Keane dejó el Manchester United", dijo Rooney. "Es bien sabido que hubo una reunión. Roy había probado algunos de los jugadores en el canal de televisión del club. Fergie no estaba feliz, así que convocó una reunión para que todos lo viéramos juntos. Todos fuimos a la oficina de Alex Ferguson: los entrenadores, todo el equipo.
"Lo vimos juntos. Roy preguntó si alguno de los jugadores tenía algún problema y todos dijeron que no porque, para ser justos, no era tan malo. Se convirtió en una discusión entre Roy y el entrenador. Se dijeron algunas cosas y luego vi a Alex Ferguson saltando sobre su escritorio.
"Estaba pensando, 'Wow, esto es una locura'. Solo tenía 19 años en ese momento. Él (Ferguson) estaba siendo retenido. Se calmó. Luego, al día siguiente, Roy estaba entrenando. Y, 30 minutos después, lo vimos irse conduciendo. Esa fue la última vez que lo vimos".
Este fue el punto de ruptura de una relación entre dos ganadores en serie y dos hombres de temperamento fuerte que, en retrospectiva, podría argumentarse que era inevitable que las cosas terminaran de esta manera. Sin embargo, se puede decir que Ferguson tenía las mejores intenciones: no quería que un jugador suyo expusiera al resto y quería mantener un nivel de tranquilidad en Carrington cuando las cosas no estaban funcionando en ese momento.
Keane finalmente se fue de mutuo acuerdo y fichó por los gigantes escoceses Celtic Glasgow en enero de 2006, retirándose al final de la temporada. El United finalmente ganaría tres títulos de la Premier League y una Champions League en las siguientes tres temporadas, lo que demuestra que Keane probablemente se equivocó al evaluar el equipo y su potencial en ese momento.
Incluso hasta el día de hoy, Roy Keane no ha perdonado a Ferguson por cómo ocurrieron los hechos e incluso ha llegado a acusar al escocés de no serle leal. También mencionó cómo Ferguson no dejó ir a leyendas del Manchester United como Bryan Robson y Steve Bruce con honor y respeto, afirmando que también le faltaron el respeto en el proceso.
Este fue un final muy triste para una de las colaboraciones más importantes del fútbol inglés. A decir de todos, tanto Keane como Ferguson se ayudaron enormemente para tener éxito en el club, pero la realidad es que lo que había hecho el irlandés era pasarse de la raya, lo que tenía mucha inmadurez y falta de respeto hacia sus compañeros. Keane sintió que podía cruzar esa línea aunque no la hubiera aceptado de otros.
Por otro lado, Ferguson priorizó la armonía y el equilibrio de la escuadra que complacer a un viejo servidor del club. Keane podría haberlo tomado como algo personal, pero desde la perspectiva del entrenador, permitir que esa entrevista se hiciera pública significaría que la gente tendría una mirada controvertida sobre el club que no habría ayudado a nadie.
Este es un conflicto que vive hasta el día de hoy, y captura un momento único en el mandato de Ferguson en el United cuando las cosas no eran tan color de rosa y se tenían que tomar decisiones difíciles.